Un intenso drama carcelario con gran diseño de personajes, notables y creíbles interpretaciones, pulso narrativo, cuidada ambientación y lúcidos apuntes sociales y éticos. Justamente lo que le falta a la mayoría del cine español actual.
El día en que comienza a trabajar en su nuevo destino como funcionario de prisiones, Juan se ve atrapado en un motín carcelario. Haciéndose pasar por un preso más, luchará para salvar su vida e intentar dar fin a la revuelta. El joven tendrá que jugársela a base de astucia, mentiras y riesgo, sin saber todavía qué paradójica encerrona le ha preparado el destino…
Altamente recomendable para amantes del buen cine de corte clásico, actualizado con elementos de la España contemporánea.
Algo muy extraño tiene que pasar para que Luis Tosar no se alce con el Goya al mejor actor del 2009. El es más de media película.