Un aceptable entretenimiento realizado con dignidad, sentido del ritmo y cariño por sus personajes. A pesar de su excesiva duración, el film no llega a aburrir en ningún momento y se ve con la misma facilidad con la que se olvida.
La obsesión por ser popular, inoculada en los americanos desde muy corta edad es el eje sobre el que bascula está pulcra visión de la vida suburbial americana dirigida especialmente a pre-adolescentes que se sentirán identificados con el instituto reflejado como jungla donde prevalece la ley del más fuerte.
Sin duda, lo más destacado del film es la magnífica presencia de la joven promesa Chloe Moretz (Kick Ass, 500 días juntos, Déjame entrar) una estrella que ilumina la pantalla cada vez que aparece y que, además, presenta notables dotes actorales. Esperemos que la maquinaria hollywoodiense y su capacidad innata para producir bazofia no la acabe asfixiando.