Dicen que cualquiera puede hacer una primera película y que lo realmente difícil es levantar una segunda obra que te consolide como candidato a director de cine. Affleck (aceptable guionista y flojo actor) se ha enfrentado con valentía a dicha prueba y ha salido airoso. Tras debutar con la notable Adios, pequeña, adiós logra con The town un mayor vigor narrativo y un ejercicio genérico ejemplar aunque pierde enteros en cuanto a credibilidad y creación de atmósferas sórdidas con respecto a aquélla.
Mientras planifica su próximo trabajo, Doug MacRay (Ben Affleck), un atracador de bancos de Boston se esfuerza por controlar sus sentimientos por Claire Keesey (Rebecca Hall), la directora de uno de los bancos, relacionada con uno de sus primeros golpes, a la vez que intenta esquivar al agente del FBI Frawley (Jon Hamm) que le persigue.
Affleck es uno de los pocos directores jóvenes en el Hollywood actual que se preocupa por recrear con aliento realista, pero sin perder de vista el sentido del espectáculo inherente al cine, los usos y costumbres de grupos humanos, especialmente los irlandeses marginales de Boston.
Ello, junto a la violencia descarnada pero no exhibicionista que presenta su cine, son sus mejores cartas de presentación a la hora de ser considerado como un nombre a tener en cuenta de cara al futuro.
En su haber: Secuencias de acción magistrales y bendecidas por la casi desaparecida claridad expositiva, importancia del dibujo de personajes, extrema dureza en los tipos y sus relaciones personales, pulso y ritmo clásico sin parecer antiguo y seriedad sin caer en el tedio. En el debe, sin embargo, encontramos cierta falta de credibilidad en la relación de la pareja Hall-Affleck, e inadecuación de éste último, demasiado blando para un personaje con muchos matices.
Gran reparto para una película terriblemente entretenida, que no necesita trucos para encandilarnos.