Sabedor de los peligros del subgénero, Sorkin se cubre las espaldas ante los agoreros que no disculpan ni una licencia poética y se marca un titánico ejercicio de concentración argumental, condensando, en tres instantes de vida, una biografía fundamental para entender la transición de la era contemporánea a la tecnológica (de la que hablaran los […]

Sabedor de los peligros del subgénero, Sorkin se cubre las espaldas ante los agoreros que no disculpan ni una licencia poética y se marca un titánico ejercicio de concentración argumental, condensando, en tres instantes de vida, una biografía fundamental para entender la transición de la era contemporánea a la tecnológica (de la que hablaran los libros de historia más pronto que tarde). Y los momentos no son elegidos al azar. Son definitorios de un personaje que entendió a la perfección que la gente no quiere que le vendan un producto, sino un storytelling vital, la sensación de pertenencia a una vanguardia de visionarios que entienden antes que nadie lo que está por venir.

MAGNIFICA
SUBLIMACION DE LAS LIMITACIONES DEL BIOPIC

Calificación:
3/5

Los que me conocen saben que una de mis
diversas cruzadas contra el Hollywood actual es contra su abuso de las biopics
(películas biográficas) y, en general, la búsqueda de la inspiración en las
historias basadas en hechos reales. Siempre he defendido que el tener que
atenerse a lo realmente sucedido, limitaba la creatividad y la capacidad de
fabulación inherente a la narración de historias. Pero ha tenido que llegar
Aaron Sorkin (guionista de Algunos hombres buenos, La red social, Moneyball, El
ala Oeste de la Casa Blanca, The newsroom –casi nada-) para taparme la boca. Este
brillante escritor nos demuestra que el problema no estaba en la fuente de la
que beber sino en la manera de utilizarla.

Sabedor de los peligros del subgénero, Sorkin se
cubre las espaldas ante los agoreros que no disculpan ni una licencia poética y
se marca un titánico ejercicio de concentración argumental, condensando, en tres instantes de vida, una
biografía fundamental para entender la transición de la era contemporánea a la
tecnológica (de la que hablaran los libros de historia más pronto que tarde). Y
los momentos no son elegidos al azar. Son definitorios de un personaje que
entendió a la perfección que la gente no quiere que le vendan un producto, sino
un storytelling vital, la sensación de pertenencia a una vanguardia de
visionarios que entienden antes que nadie lo que está por venir, en definitiva
no quieren un qué sino un porqué como explica Simon Sinek en su teoría del
Circle of Gold. https://www.youtube.com/watch?v=u4ZoJKF_VuA

Estos tres destellos fugaces en la vida de Jobs son
las presentaciones de sus tres productos informáticos estrella. En las horas
previas a esos momentos que parecen dar sentido a la vida del visionario,
Sorkin concentra la mayoría de aspectos personales, profesionales y familiares
que componen una visión fundamentalmente agridulce del personaje. Sorkin,
demostrando su perspicacia e inteligencia, va de lo particular a lo general,
golpeándonos con una reflexión especialmente lúgubre de los claroscuros de la filosofía
del éxito capitalista, especialmente la estadounidense, en la que hay que dejar
a atrás la honestidad, los valores y la vida personal si se quiere llegar a la
cima, donde, por supuesto, siempre hace mucho frío.

Que Sorkin nos iba a regalar un portentoso libreto
entraba dentro de las expectativas al igual que no podíamos esperar otra cosa
de Michael Fassbender y de mi idolatrada Kate Wislet que unas brillantísimas
actuaciones que les han reportado sendas nominaciones a los Oscars, muy bien
acompañados por la joven hija del gran actor secundario Sam Waterson,
Katherine, que ya demostró su valía en la reciente y recomendable Puro vicio.

Sin embargo, era mucho más dudoso, por un lado, que
necesitáramos una segunda biografía sobre el personaje tras la que llegó a
nuestras pantallas hace un par de años interpretada por Ashton Kutcher y
diversos documentales que han ido apareciendo ultimamente. El film que nos
ocupa supera con creces esas reticencias previas que muchos teníamos gracias a
las virtudes antes reseñadas.

Pero la gran duda era si el, muchas veces,
acelerado, efectista y vacuo Danny Boyle iba estar a la altura del guion y los
actores que le habían tocado en suerte. Y hay que reconocerle que se porta bien
y no estropea lo que tiene entre manos. Sin renunciar a su discutible estilo
visual, lo suaviza, demostrando un
notable trabajo de contención y una imaginativa experimentación con la evolución
de las texturas de la fotografía cinematográfica, adecuándola a cada uno de los
periodos narrados, desde principios de los 80 hasta los albores del siglo XXI.

FICHA ARTISTICA Y SINOPSIS

Estados Unidos, 2015.- 121 minutos.- Director: Danny Boyle.-Intérpretes: Michael Fassbender, Kate Winslet, Seth Rogen, Jeff Daniels, Katherine Waterston, Sarah Snook, Michael Stuhlbarg, Perla Haney-Jardine, Adam Shapiro.-DRAMA BIOGRAFICO.- Biopic del mítico empresario y programador informático Steve Jobs (1955-2011), centrado en la época en la que lanzó los tres productos icónicos de Apple.