CINE EN ESTADO PURO PERO DE LIMITADO INTERES
CALIFICACION: 2,5/5
Estados Unidos, 2012.- 87 minutos.- Director: Nima Nourizadeh.- Intérpretes: Thomas Mann, Oliver Cooper, Jonathan Daniel Brown, Kirby Bliss Blanton.- COMEDIA SALVAJE.- Una cinta discutible, tanto moral como cinematográficamente, pero, sin duda, mucho más sugerente a nivel estético, narrativo y evolucionativo que la mayoría de los films procedentes de las majors hollywoodienses.
Si desde estas líneas he criticado aquellos juicios sobre el arte cinematográfico basados en criterios morales o religiosos, no haré yo ahora lo mismo.
Concibo el arte como una expresión humana libérrima, sin otras limitaciones que el hecho de que todos los participantes estén de acuerdo con lo que hacen y no se incumplan las leyes vigentes en ese momento (aunque algunas sean más que cuestionables). Sin embargo, debo resaltar que la moraleja del film es cuestionable y puede molestar a más de un espectador.
En un contexto de producción en el que se pueden mostrar grandes dosis de violencia (Saw) pero ni una sola teta o culo, se agradece el desparpajo sexual tanto físico como verbal que insufla el debutante Nima Nourizadeh a sus imágenes. Ayudado por el hecho de que repartió pequeñas cámaras a los participantes de esta macrofiesta que en la ficción dura una noche pero que necesitó de más de 20 para su realización,
Nourizadeh da autenticidad a un megabotellón, rave o como se quiera llamar que alcanza cotas épicas, en una época en la que lo sublime y lo absurdo e inútil se confunden con demasiada facilidad.
Por otro lado, la presencia de actores desconocidos (el actor que interpreta el personaje de Costa es media película) da autenticidad a una narración que consigue a través de un magnífico montaje trasmitir la sensación de realidad documental sin que por ello, la calidad visual apeste y logrando que ver a otros divertirse, sea entretenido también para el público.
Tres estudiantes de un instituto deciden organizar una fiesta salvaje en
casa de uno de ellos, promocionándola en las redes sociales como la
fiesta más loca de la temporada. Además, los chicos deciden grabarla
para luego colgarla en la red. Pero, poco a poco, irán surgiendo una
serie de complicaciones imprevistas…
Señalar, por último, que acudí a verla, por voluntad propia, rodeado de su público natural (adolescentes y jóvenes) en una sesión de madrugada de un viernes noche y comprobé como su narrativa y estética conectaban con el auditorio. Había un silencio y un respeto a la proyección casi litúrgico. Ello me reafirma que estamos ante un film que mira hacia delante, hacia el futuro del cine en contraposición (por poner un ejemplo actualmente en cartel) “Miel de naranjas” que es más antigua que el VHS. ¿Qué no nos gusta lo que vemos en la lontananza del porvenir?. Es posible. A mi me pasa con El caballero oscuro y Origen y soy un bicho muy raro por ello. ¡Qué se le va a hacer!