Por fin
llega el cierre de la trilogía de El Hobbit. Es una buena noticia para todos:
Obviamente para los fans, los primeros. Para el cine en general, porque las
salas se llenan, el séptimo arte vuelve a estar en boca de todos y omnipresente
en los mass media y en las redes sociales, amén a que, gracias a películas como
ésta y sus beneficios, los estudios se pueden permitir producir otro tipo de
cine menos comercial. Para los que no soportamos su rollo, genial porque las
salas donde se proyecta la peli se llenan y las de las otras pelis están más
tranquilas sin infrahumanos berreando, pegando patadas las butacas ni
pantallazos de móviles que te deslumbran durante un par de minutos. Aunque
afortunadamente aplicaciones como wassapp o telegram han desterrado (salvo que
tengas más de 60 años) las conversaciones telefónicas de nuestras vidas y, por
tanto, de las salas de cine.
Además, tenemos
otro estreno con gran fuerza comercial, la entrega navideña de la compañía
Disney (Big Hero 6) y dos propuestas europeas muy dispares: Por un lado el gran
éxito comercial del cine francés Dios mío ¿Pero qué te hemos hecho? y el nuevo
film de uno de los grandes autores británicos Mike Leigh que nos presenta Mr.
Turner.
“EL HOBBIT: LA BATALLA DE LOS CINCO EJERCITOS”
La productora destaca que estamos ante la tercera
entrega de precuela de la trilogía «El Señor de los Anillos». ¿Hay que
añadir algo más? Una brutal máquina de hacer dinero. Después de haber recuperado
el reino (otra vez) del Dragón Smaug, la Compañía ha desencadenado, sin querer,
una potencia maligna (otra vez). Un Smaug enfurecido vuela hacia la Ciudad del
Lago para acabar con cualquier resto de vida (otra vez). Obsesionado sobre todo
con el reino recuperado, Thorin sacrifica la amistad y el honor para mantenerlo
(otra vez) mientras que Bilbo intenta frenéticamente hacerle ver la razón por
la que el hobbit toma una decisión desesperada y peligrosa (otra vez). Pero hay
aún mayores peligros por delante (otra vez). Sin la ayuda aparente del mago
Gandalf, su gran enemigo Sauron ha enviado legiones de Orcos (otra vez) hacia
la Montaña Solitaria en un ataque furtivo. Cuando la oscuridad se cierna sobre
ellos, las razas de los Enanos, Elfos y Hombres deben decidir si unirse o ser
destruidos (otra vez). Bilbo se encontrará así en la batalla épica de los Cinco
Ejércitos donde el futuro de la Tierra Media está en juego (un clásico, otra
vez).
En varios cines, un día antes del estreno que estaba
previsto para el pasado miércoles, 17 se proyectaban las 3 pelis seguidas. 475
minutos de nada que suman casi 8 horas. En ese tiempo, miren lo que les digo, preferiría
cumplir mi jornada de trabajo antes que soportar ese tiempo viendo más
criaturas delante de cromas diciendo frases que son parodiables de manera instantánea.
“BIG HERO 6”
Muy buena pinta tiene la entrega navideña de la
compañía Disney que adapta un comic de la Marvel. Las críticas han sido unánimemente
positivas. En la metrópolis de San Fransokyo (cruce de San Francisco y Tokio),
vive Hiro Hamada, un chico prodigio de 14 años, que ha creado al robot Baymax
para llenar el vacío que le dejó la muerte de su hermano, quien estaba a punto
de descubrir una red criminal liderada por Yokai, un misterioso villano
enmascarado. Para detener a los criminales, Hiro crea «Big Hero 6″,
un equipo de poderosos superhéroes, del que forman parte Wasabi-No-Ginger,
Honey Lemon, GoGo Tomago, Fred, Baymax.
“MR.TURNER”
Mike Leigh puede parecer, a veces, un pesado por los
temas que elige para sus películas pero tiene grandes obras en su haber como
Secretos y mentiras, Another year, El secreto de Vera Drake o Todo o nada. Aquí
cuenta con el gran Timothy Spall para acercarnos a la biografía del pintor británico,
J.M.W Turner. Artista reconocido, ilustre miembro de la Royal Academy of Arts,
vive con su padre y su fiel ama de llaves. Es amigo de aristócratas, visita
burdeles y viaja frecuentemente en busca de inspiración. A pesar de su fama,
también es víctima de las burlas del público y del sarcasmo de la sociedad.
Profundamente afectado por la muerte de su padre, decide aislarse. Su vida
cambia cuando conoce a Mrs Booth, propietaria de una pensión familiar a orillas
del mar.
“DIOS MIO…PERO
¿QUÉ TE HEMOS HECHO?»
El gran éxito de taquilla francés (como el nuestro,
Ocho apellidos vascos) parece más un chiste muy largo que una película. Si
nosotros bromeamos sobre el contraste Andalucía-País Vasco, nuestros vecinos lo
hacen sobre la sociedad multicultural francesa. Claude y Marie Verneuil, un
matrimonio católico y muy conservador, tienen cuatro hijas, a las que han
tratado de inculcar sus valores y principios. Sin embargo, las chicas sólo les
han dado disgustos: la mayor se casó con un musulmán; la segunda, con un judío,
y la tercera, con un chino. El matrimonio deposita todas sus esperanzas en la
hija menor, esperando que, al menos ella, se case por la iglesia