Una joya olvidada de los 70 (¡Hay tantas!)
Una de los grandes nombres del free cinema inglés, Karel Reisz (Sábado noche, Domingo mañana) realizó una serie de películas en Hollywood (Nieve que quema, Dulces sueños, La mujer del teniente francés) sin perder sus signos de identidad (realismo, existencialismo, crítica al stablishment, cero concesiones a la comercialidad…)
Pero, sin duda, The gambler es su obra más redonda y subversiva, quizá debido a que lleva a la pantalla un guión de otro enfant terrible del cine, estadounidense, en este caso: James Toback (guionista y director de otra joya Fingers, Melodía para un asesinato)
La adicción, el deseo de muerte, la autodestrucción, la insatisfacción o el amor-odio hacia la propia familia, todos temas tan antiamericanos, están presentes en un film de extraña belleza, con escenas que no se olvidan y una magnífica interpretación del subvalorado James Caan.
Tras ver «El jugador», cualquier producción yanqui actual supuestamente demoledora nos parecerá un cuento de hadas.
Imprescindible.