Antes que nada un par de puntualizaciones. Primera: Esta no es la mejor película de Jason Reitman. En mi opinión, quizá sea la menos interesante junto a Juno. Sí, ya pueden crucificarme los fans de la peripecia de una embarazada Ellen Page. Pero, personalmente, me parecen superiores la desconocida Gracias por fumar, la redonda Up in the air y la provocativa y perspicaz, Young adult. Segundo, el nuevo film de Reitman es bastante superior a la media del cine americano actual. Ojalá todo lo que nos propusiera Hollywood rayara a esta altura.
CALIFICACIÓN: 3/5
Estados Unidos, 2013.- 111 minutos.- Director: Jason Reitman.- Intérpretes: Kate Winslet, Josh Brolin, Gattlin Griffith, Tobey Maguire, James Van Der Beek.- MELODRAMA ROMANTICO.-
Antes que nada un par de puntualizaciones. Primera: Esta no es la mejor película de Jason Reitman. En mi opinión, quizá sea la menos interesante junto a Juno. Sí, ya pueden crucificarme los fans de la peripecia de una embarazada Ellen Page. Pero, personalmente, me parecen superiores la desconocida Gracias por fumar, la redonda Up in the air y la provocativa y perspicaz, Young adult.
Segundo, el nuevo film de Reitman es bastante superior a la media del cine americano actual. Ojalá todo lo que nos propusiera Hollywood rayara a esta altura.
Verano de 1987. Adèle, una mujer recién divorciada, ha perdido la autoestima tras la marcha de su marido. Su hijo Henry, un chico de 13 años, se esfuerza por ser el hombre de la casa y cuidar de su solitaria madre en pleno torbellino de la adolescencia. Un día, conocen en un supermercado a un hombre que les pide que lo alojen en su casa, pero resulta ser un fugitivo en busca y captura. El interminable fin de semana del «Labor Day» les marcará para el resto de sus vidas.
Desde siempre, el público y la crítica esperan una repetición de modelos por parte de los artistas. Reitman se había convertido en un cronista del siglo XXI en Estados Unidos (y, por tanto, de todo el mundo occidental) con un cine anclado sólidamente en el tiempo presente de formas narrativas y visuales muy actuales. Y, de repente, se descuelga con un melodrama no sólo ambientado en los 80 sino que podría tratarse perfectamente de una película filmada en la primera mitad de esa década. Y. además, para narrar una improbable historia de amor con unos cuantos giros dramáticos que requieren de la suspensión de la incredulidad por parte del público.
Además, Reitman se empeña e darle importancia a un suspense que nunca funciona, en lugar de volcar toda su atención en la descripción de dos seres humanos derrotados por la vida a los que se les presenta una nueva y última oportunidad de encontrar la calma y, quizá, el equilibrio y la felicidad. Y seguidamente encontramos otra de las preocupaciones de guión (basado en la novela de la que fuera amante de Salinger, Joyce Maynard): como la sociedad bienpensante nunca les concederá esa opción.
Analicemos las causas del del fracaso de público y especialmente de crítica de “Labor day”. En primer lugar, lo que comentaba más arriba. Reitman ha roto totalmente las expectativas. Ha realizado un film de corte clásico, nada innovador. Pero sí valiente, precisamente por ir a contracorriente de las modas. Exactamente lo mismo le pasó a muchos directores clásicos de la meca del cine cuando llegó el tsunami del Nuevo Hollywood.
En segundo lugar, la osmosis critica. Muchas veces las primeras reseñas son definitivas para la tendencia posterior del resto de críticos del mundo. Especialmente ante un film desconcertante, lo mejor es seguir lo que dicen los gurús más influyentes.
En tercer lugar, los propios errores, no graves pero evidentes, de esta Vida en tres días, nefasto título en español, que ni siquiera se ajusta a la verdad porque la historia se desarrolla durante 5.
Finalmente, si nos ponemos conspirativos, podemos pensar que el propio Hollywood dinamita desde dentro las producciones que se salen de las formas comerciales actuales, provocando el fracaso de cintas que van por derroteros alternativos, para que el siguiente valiente se lo piense muy mucho. Ya el año pasado Lucas y Spielberg -dos tipos que saben de esto- dijeron que la implosión de la industria del cine estaba al caer, debido a que el público cinéfilo estaba más que harto de una oferta plagada de blockbuster (echen un vistazo a los estrenos americanos de los próximos meses y poco se sale de esta categoría) y que cada vez se refugiaba más en las series de televisión de calidad mientras que el consumidor de cine comercial cada vez lo hacía más en casa y que la exhibición cinematográfica como la conocemos iba a desaparecer. Cosa que lleva buscando Hollywood desde hace años para quedarse con todo el pastel gracias al futuro (y no lejano) estreno de las pelis directamente para consumo doméstico.
Y Reitman…¿Qué papel representa en este fracaso? Puede ser que sea una víctima o una pieza más del engranaje. Si optamos por lo primero, estaríamos ante un nivel de consparanoia primario. Podemos pensar que Hollywood ha querido bajarle los humos, las ínfulas de niño mimado que le ha llevado a dirigir, con los holgados medios de Hollywood, un film totalmente ajeno a las fórmulas comerciales vigentes.
Si entramos en una paranoia conspirativa, nivel experto, podemos decir que Reitman se ha puesto al servicio de la industria para ayudar enérgicamente a la destrucción de un tipo de cine ya moribundo. A cambio, y como compensación, sus próximas obras serán subidas a los altares críticos y recibirán numerosos premios, independientemente de su calidad.
No sería la primera vez que los grupos de poder que han dominado siempre Hollywood, pagan de esa manera los servicios prestados por sus esbirros (películas de propaganda, documentales sobre la segunda guerra mundial, delaciones en la caza de brujas…) Estos empleados obtuvieron la fama, el dinero, el éxito y el reconocimiento en su momento.
Sólo el paso del tiempo dejó a cada uno en su lugar.
Igualmente, la perspectiva del tiempo nos explicará (o no) las verdaderas razones del ataque desmedido a este film…y no la sarta de chorradas que he soltado en esta reseña. 😉