UN APLICADO ALUMNO DE ALEXANDER PAYNE
CALIFICACION: 3/5
Estados Unidos, 2014.- 103 minutos.- Director: Theodore Melfi.- Intérpretes: Bill Murray, Melissa McCarthy, Naomi Watts, Jaeden Lieberher, Chris O’Dowd, Terrence Howard.- Aunque el espectador paga lo mismo (quizá habría que empezar a cambiar eso) por un blockbuster de millones de dólares que por un film de bajo presupuesto, por una película de Hollywood que por una española o por una obra del tercer mundo o por la última de un gran maestro que por el debut de un joven director, parece obvio que no es justo juzgar todos los films bajo el mismo rasero. Si este film lo hubiera dirigido Alexander Payne, Jason Reitman o algún otro gurú del cine independiente costumbrista de última generación, estaríamos hablando de una cinta menor dentro de su filmografía. Pero St.Vicent es (casi) la opera prima como director de un guionista y productor de cierta trayectoria en la industria.
Efectivamente, Melfi dirigió un film casi maldito en 1999 Winding Roads y, desde entonces, sólo había puesto en marcha algún que otro corto. Por ello, sorprende la madurez de una propuesta que empieza con una atractiva pero convencional presentación de personajes pero que, cuando alcanza el nudo central de la trama, hace que nos reencontremos con esa sensación, cada vez más infrecuente, de habernos metido totalmente en una película que fluye con facilidad y de estar acompañando a unos personajes que parecen convertirse en “personas” ante nuestros ojos. Obviamente, a ello ayuda decisivamente un reparto que raya a la perfección, encabezados por un memorable Bill Murray (no perdérselo en versión original si se puede), una divertida Naomi Watts y una efectiva McCarthy.
Evidentemente donde más suelen flojear los directores y guionistas noveles es en el tercer acto, en el desenlace y Melfi no iba a ser menos. No sigue la máxima de “entrar tarde y salir pronto” y tarda mucho en cerrar los previsibles desenlaces de cada una de las tramas abiertas. No voy a decir que hay que seguir atentamente la carrera de Melfi (porque cada vez que digo esta frase destruyo una prometedora carrera) pero sí que estamos ante un prometedor “debut”
Un viejo cascarrabias inicia una peculiar relación con un niño, cuya madre, que está divorciada y trabaja, le confía su cuidado como canguro.