COMUNIÓNPERFECTA DE FORMA Y FONDO
Radiografía del exceso. Partiendo de una historia real, Scorsese y su equipo documentan el espíritu de una época loca, absurda y vacía que, corregida y aumentada con redes sociales y buenrollismo, es, básicamente, la misma que vivimos hoy en día.
CALIFICACIÓN: 3,5/5
Estados Unidos, 2013.- 179 minutos.- Director: Martin Scorsese.- Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Margot Robbie, Matthew McConaughey, Rob Reiner, Jean Dujardin.- COMEDIA NEGRA.- Radiografía del exceso. Partiendo de una historia real, Scorsese y su equipo documentan el espíritu de una época loca, absurda y vacía que, corregida y aumentada con redes sociales y buenrollismo, es, básicamente, la misma que vivimos hoy en día.
La película presenta los defectos de repetición, subrayado y alargamiento innecesarios que caracterizan el cine de Hollywood de nuestro tiempo… Y también la forma de vida de los protagonistas. Todo ello perjudica al resultado final pero también presenta una indudable coherencia interna. También tiene un efecto efímero en nuestro recuerdo como casi toda la comunicación audiovisual actual.
Trufada de momentos excelentes, el film es irregular aunque nunca llega a provocar desinterés. Prodigio de dirección, la película decae a mitad de la proyección pero su epílogo es más que memorable, ya que contiene una lúcida reflexión sobre lo barato que sale el delito y lo cara que resulta la honradez.
Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort. A mediados de los años ochenta, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna cuando tenía poco más de veinte años como fundador de una agencia bursátil le valió el mote de “El lobo de Wall Street”. Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.